Con todo el frío que ataña
mis pies, con lo violenta que ha sido mi vida
con todo el amor entregado,
apareces tu, con la hermosura
del onceavo mes, y te miro
con la contemplación astral
de tu sueño de ángeles,
y tus angelitos me ayudan a seguir,
y tus sonrisas a ver la luz
del astro rey.
Mi pequeña Dios.
martes, 5 de junio de 2007
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